Hay historias que te cuentan y que hacen que cambien algunas de tus prioridades .Valoramos muchas veces las cosas superfluas , dando importancia a los grandes detalles y dejamos de lado lo que realmente importa, lo que en verdad puede darte esos momentos de felicidad.La felicidad está en las cosas sencillas, está en cada momento que vivimos, en cada minuto , en cada instante. Sólo necesitamos ver más allá porque en ocasiones somos nosotros mismos los que nos empeñamos en buscarla en donde no estará nunca y es entonces cuando nos justificamos diciendo que la felicidad no existe.
Hace tiempo me contaron una bonita historia de cómo lo más simple es lo que más feliz te puede hacer, de como la inocencia de una niña te puede dar la mayor lección de lo que es amor con mayúsculas.Una pequeña le hace un regalo a su padre , una sencilla cajita sin nada más en su interior y ante la cara de asombro de su padre simplemente le responde que dentro van sus besos y todos los que le irá dando durante muchos años.Cuando esté lejos y me extrañes sólo debes abrirla y coger uno de esos besos, así será como si yo estoy aquí a tu lado dándotelos. Desde que la oí ,yo tengo mi propia cajita y allí voy depositando para cuando lo necesites esos besos que no te he dado pero que no se han perdido porque te están esperando.
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