martes, 26 de marzo de 2013

PERO CUANDO AMANECE

Cuando amanece
      en la playa larga y solitaria,

      cuando el sol comienza a acariciar

      las dunas y las olas,

      cuando las gaviotas y los peces

      saludan jubilosos el despertar de la mañana,

      entonces el mar, mi mar,

      me habla de emociones contenidas

      mientras mis pasos presurosos

      interrumpen el cristal claro de las aguas

      en las orillas de la playa.

 

      Entonces me hago de sueños

      y dejo acunar los sentimientos dormidos

      en cada paso, en cada huella

      de aguas y de arenas. Entonces

      mi canto es un canto de peces y gaviotas,

      de barcos que faenan a lo lejos,

      de bancos de sardinas o jureles

      que buscan su amor desesperado.

 

      Y mis pasos, que el agua borra

      pero que guarda la arena dorada,

      son versos de esperanza

      que voy lanzando a los vientos,

      al agua, a las olas, a las gaviotas...

      a todo lo que añoro y lo que amo.