martes, 9 de octubre de 2012

CIERRA LOS OJOS Y SÓLO ESCUCHA





Amo tanto, tanto la vida, que de ti me enamoré,
y ahora espero impaciente ver contigo amanecer.
Si se acaba este milagro, si se consume mi voz,
si me das un último portazo, ¿en qué calle moriré yo?

Estás tan bonita esta noche, te sienta el pelo recogido tan bien.

Pídeme cualquier deseo, poco te puedo ofrecer.
Lloras, gritas, bajo la lluvia, como el ángel Lucifer.
Somos de nuevo herida abierta, mala tierra trágame.

Trágame.


Amo tanto, amo tanto la vida, que de ti me enamoré,

y de amarte tanto, tanto, puede que no te ame bien.
Si yo fuera tu asesino conmigo nunca tendría clemencia,
y me condenaría a muerte, que es condenarme a tu ausencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario